Pocos días después de los atentados del 11-S, el presidente de EEUU, George Bush, dio carta blanca a la CIA para trasladar a presuntos terroristas a países que practican la tortura, para que sean interrogados allí, sin que la Agencia Central de Inteligencia tenga que pedir autorización a la Casa Blanca ni al Departamento de Estado, afirmó ayer The New York Times . Bush firmó una orden en ese sentido, que hoy continúa siendo secreta.

Aunque fuentes oficiales citadas por el diario neoyorquino subrayaron que se exigió a esos países garantías de que los presos serían tratados "humanamente", varios detenidos han denunciado palizas, encadenamientos, descargas eléctricas y otras torturas que sufrieron en Egipto, Siria y otros países a los que fueron enviados.

Una vez transferida su custodia a esos países, "los presos están fuera de nuestro control y no hay mucho que podamos hacer", reconoció el mes pasado ante el Congreso el director de la CIA, Porter Goss. Los detenidos sufrieron meses o años de tratamiento brutal en los países donde fueron trasladados y algunos lo han denunciado, como el alemán de origen libanés Jaled al Masri, el australiano de origen egipcio Mamduh Habib, y el canadiense de origen sirio Maher Arar, liberados tras sus largas odiseas sin cargos.

INFORMACIONES VALIOSAS "Las informaciones obtenidas de los interrogatorios de presos entregados a otros países han desarticulado operaciones terroristas", argumentó una fuente oficial estadounidense. Además, dijo, así "se han salvado vidas en EEUU y en el extranjero, y se han capturado otros terroristas". Pero, los defensores de los derechos humanos han denunciado que el traslado de presuntos terroristas a países autoritarios es una práctica hipócrita que viola las obligaciones de EEUU bajo el Tratado contra la Tortura.

Fue Sandy Berger, consejero de Seguridad Nacional del expresidente Clinton, quien en 1996 concibió el programa de rendition o entrega de presos a otros países. Sin embargo, Bush amplió después del 11-S la autoridad de la CIA para efectuar esas entregas por su cuenta.

150 TRASLADOS Desde entonces, la Agencia Central de Inteligencia ha llevado a cabo unos 150 traslados de presuntos terroristas de un país a otro, incluyendo Egipto, Jordania, Arabia Saudí, Siria y Pakistán.

Todos estos países practican de manera habitual la tortura, según ha denunciado el propio Departamento de Estado de Estados Unidos, que en el 2002 cifró en 3.000 el número de terroristas detenidos por EEUU fuera de sus fronteras, en prisiones como las de Guantánamo (Cuba), Bagram (Afganistán) y la isla de Diego García, y en otras localidades secretas.