Más de 100 personas detenidas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense han sido trasladadas a través de Europa a otros países para ser torturadas en los últimos años, según el informe presentado ayer por el Consejo de Europa. El informe, elaborado por el senador y exfiscal suizo Dick Marty, confirma la existencia de cientos de vuelos clandestinos de la CIA a través de numerosos países europeos para trasladar a secuestrados sospechosos de terrorismo, pero reconoce que no dispone de "pruebas formales irrefutables" sobre la existencia de cárceles clandestinas en Polonia, Rumanía u otros países europeos.

Marty, no obstante, destaca que existen "numerosas indicaciones creíbles" que justifican proseguir la investigación. Un fax de las autoridades egipcias captado por los servicios secretos suizos, por ejemplo, detalla la existencia de cárceles secretas en Rumanía, Bulgaria, Ucrania, Macedonia y Kosovo. El centro de detención de la fuerza de la OTAN en Kosovo, Camp Bondsteel, se ha convertido en una especie de Guantánamo europeo, al que se niega el acceso a la inspección del Consejo de Europa.

Marty acusó a los gobiernos europeos de complicidad con EEUU. "Es altamente improbable que los gobiernos europeos, o al menos sus servicios de espionaje, no estuvieran al corriente", indica el informe. Marty señaló que la mayoría de gobiernos han preferido cerrar los ojos, cuando no colaborar abiertamente con EEUU en esas prácticas, como el Gobierno británico.

RELOCALIZACION La investigación "muestra la existencia de un sistema de relocalización o subcontratación de la tortura" en terceros países por parte de la Administración norteamericana. El informe precisa que el Gobierno de George Bush parte del principio de que "el Estado de derecho y los derechos humanos son incompatibles con una acción eficiente contra el terrorismo". "El hecho de que los centros de detención e interrogación hayan sido trasladados a otros países es una prueba de que las autoridades son plenamente conscientes de que los métodos usados son incompatibles con el sistema legal norteamericano", añade el documento.

Las declaraciones públicas de dirigentes y miembros de los servicios secretos norteamericanos recogidas en el informe reconocen que "es muy conveniente encontrar a alguien que haga el trabajo sucio" de torturar a los detenidos para extraerles información. EEUU se conforma con una mera declaración de esos países de que no van a maltratar a los detenidos, a pesar de saber que es falsa, según reconocen los propios miembros de la CIA.

"Si quieres un interrogatorio contundente, envías el prisionero a Jordania. Si quieres que sea torturado, lo envías a Siria. Si quieres que alguien desaparezca para siempre, lo envías a Egipto", según declaraciones del exagente de la CIA Robert Baer.

"Ha quedado probado que personas han sido secuestradas, privadas de su libertad y sus derechos, y transportadas a diferentes destinos en Europa para ser entregadas a países donde han sufrido torturas y tratos degradantes", concluye el informe. Marty cita, por ejemplo, el caso de Abú Omar, secuestrado por la CIA en Milán. El avión que le trasladó aterrizó al menos tres veces en España y otros países europeos, indica el informe.

El ministro Miguel Angel Moratinos negó la existencia de un "pacto de silencio".