Cuando ya ha transcurrido más de una semana desde el terremoto, cientos, quizá miles, de niños siguen vagando solos por las calles de Puerto Príncipe sin saber qué ha sido de sus familiares. Unicef alertó ayer en un comunicado de la situación que viven muchos menores que han sobrevivido al seísmo. A este drama se une el hecho de que no se dispone de datos para poder identificarlos o buscar a sus familiares, si es que no han muerto. La organización de la ONU para la infancia alerta también del trauma psicológico que sufrirán estos niños de por vida.

Miembros de Unicef relataron el caso de una niña de 2 años y un niño de 7 que se encuentran en uno de los hospitales habilitados por la Misión de la ONU. No tienen heridas físicas, pero nadie sabe qué hacer con ellos. La pequeña tiene parálisis cerebral y llegó al hospital deshidratada y en estado de shock . "Está tumbada en la camilla, llorando y sola. No tiene heridas graves y se podría ir a casa, pero nadie sabe cómo se llama ni por dónde empezar a buscar a su familia", explicaron. En el mismo hospital se encuentra Sean, de 7 años, que, aunque solo tiene arañazos, llegó gritando y estuvo 12 horas en posición fetal. Las enfermeras han contado que el pequeño dice que sus padres han muerto.

Los médicos no les quieren dar el alta sin saber quién se encargará de ellos, señala esta organización, que está intentando establecer dos refugios para atender a niños en esta situación.

La tragedia ha disparado las peticiones en muchos países europeos para adoptar a niños haitianos. Pero, en términos generales, se desaconseja la adopción o incluso la acogida internacional en países que sufren una catástrofe humana o un conflicto bélico. El propio Unicef advirtió el martes contra "cualquier precipitación" porque podría ser dañina "dada la situación de extrema confusión". Pero la directora ejecutiva de Unicef, Ann Veneman, abogó ayer por acelerar el viaje a sus nuevos hogares para aquellos niños que estaban ya en proceso de adopción y con los trámites aprobados antes del terremoto.

MILAGROS A pesar del tiempo transcurrido, los equipos de salvamento aún encuentran, milagrosamente, personas con vida bajo los escombros. Ena Zizi, una haitiana de 69 años, fue rescatada por un equipo mexicano que localizó a la anciana entre las ruinas de la casa parroquial de Puerto Príncipe, un edificio de tres pisos junto a la catedral.

Una joven de 25 años, Hoteline Losama, fue también rescatada ayer con vida. Ha pasado una semana en un hueco formado entre tabiques y cascotes y aprisionada por un refrigerador. También han protagonizado un final feliz dos hermanos, una niña y un niño de 10 y 7 años de edad, así como una bebé de 22 días encontrada en Jacmel. Según la ONU, los socorristas han salvado a 121 personas.