Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Reino Unido, Francia, China y Rusia), además de Alemania y la Unión Europea (UE) han alcanzado un acuerdo en Londres para que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) informe a este órgano sobre el programa nuclear iraní.

Por su parte, el representante iraní en las negociaciones nucleares, Javad Vaidi, ha asegurado que la decisión de retomar las actividades nucleares en materia de enriquecimiento de uranio es irreversible. "Las actividades de investigación son un derecho inalienable de Irán," ha manifestado Vaidi a la televisión pública iraní.

Se espera que la AIEA traslade el problema nuclear de Irán al Consejo de Seguridad en la reunión de emergencia que ese organismo mantendrá el próximo jueves en Viena. Las potencias han adoptado esta decisión debido a que "comparten graves preocupaciones" sobre el programa nuclear del Gobierno de Teherán, según afirma en un comunicado el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw.

Estos países han abogado también porque el Consejo de Seguridad espere hasta marzo para decidir qué tipo de medidas se aplican contra Irán, ya que en ese mes se espera conocer un informe de la AIEA sobre las actividades nucleares de Teherán.

Los ministros reunidos en Londres, entre los que figuraba la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, han coincidido en que "se requiere la extensión de un periodo para que Irán cimente una confianza" con la comunidad internacional.

Para alcanzar ese objetivo, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, Alemania y la UE han instado a Irán a "restaurar completamente la suspensión de la actividad relacionada con el enriquecimiento de uranio", según ha destacado Straw.

Asimismo, las potencias han confirmado "su disposición a continuar trabajando para lograr una solución diplomática al problema de Irán".

Los ministros, ha añadido Straw, también han remarcado "su compromiso con el Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT, en sus siglas en inglés) y su determinación para impedir la proliferación de armas nucleares".

Aunque el Gobierno de Teherán insiste en que su programa nuclear sólo tiene fines civiles, como generar energía eléctrica, Estados Unidos y la Unión Europea consideran que Irán persigue la construcción de armas atómicas. El Ejecutivo persa desafió hace varias semanas a la comunidad internacional al romper el precinto de la ONU de algunas de sus plantas nucleares para reanudar sus programas de investigación y desarrollo.

Irán ha advertido de que el envío del contencioso nuclear de su país al Consejo de Seguridad de la ONU marcaría el "fin de la vía diplomática", y ha reiterado que Teherán está dispuesto a proseguir el diálogo con la Unión Europea (UE).

Según la televisión estatal iraní, esta postura ha sido expresada por el director del Consejo de Seguridad Nacional de irán, Ali Lariyani.

El vicepresidente iraní, Gholamreza Aghazade, ha afirmado que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU "no disponen de bases legales" para llevar a Irán ante ese organismo por sus actividades nucleares.

"No pueden buscar motivos para el envío del caso nuclear iraní al Consejo de Seguridad", ha declarado a la agencia iraní ISNA Aqhazade, que es también director del Organismo de Energía Atómica de su país.