Al menos cinco personas --dos británicos, dos estadounidenses y un australiano-- murieron ayer en un atentado cometido en la ciudad portuaria saudí de Yanbu, en la costa del mar Rojo. El ataque se produjo contra la sede de la empresa petrolífera Lummus, filial del grupo helvético-sueco ABB, en la que trabajan numerosos extranjeros.

Durante todo el día, reinó la confusión sobre el número de víctimas y sus nacionalidades. Algunas fuentes hablaban de seis muertos, entre ellos algún ciudadano saudí. "Este ataque horrible ha provocado muertos inocentes entre los británicos, los estadounidenses, los australianos y entre los saudís", dijo el embajador de Arabia Saudí en Londres, Turki Al Faisal. Según otro diplomático occidental, "seis occidentales murieron". Fuentes médicas indicaron que también se produjeron 28 heridos, informa la agencia Reuters.

DISPAROS INDISCRIMINADOS Fuentes oficiales saudís señalaron que el atentado fue perpetrado por cuatro hombres armados que irrumpieron en la empresa petrolera Lummus, y empezaron a disparar de forma indiscriminada para luego darse a la fuga. En un tiroteo con la policía, murieron tres de los atacantes y un cuarto resultó herido.

La televisión saudí mostró un coche policial acribillado y, en su interior, un cuerpo sin vida. Otro vehículo también tenía manchas de sangre. Periodistas locales informaron que ayer hubo más de un ataque en Yanbu.

Según un residente occidental, una bomba artesanal fue lanzada contra una escuela internacional, causando daños materiales y un herido leve. Dos canadienses resultaron heridos en un tiroteo, del que no se dio ninguna precisión. También según testigos, fue atacado un restaurante de la cadena de comida rápida McDonald´s y un hotel.

Las autoridades saudís llevan más de un año luchando contra el terrorismo integrista, cuyos principales objetivos son los ciudadanos extranjeros. Al Qaeda amenazó con llevar a cabo ataques para desestabilizar el reino, al que acusan de traicionar al islam y de aliarse con el enemigo (Estados Unidos). El de ayer es, sin embargo, el primer ataque contra una empresa del sector petrolífero en Arabia Saudí, el primer productor y exportador mundial de crudo.

Junto con la cercana ciudad de Jubail, Yanbu es cuna de la mayoría de refinerías e industrias petroquímicas del país. Esta ciudad portuaria, que se había mantenido hasta ahora al margen de la violencia, acoge también al gigante de la refinería SAMREF, una sociedad mixta entre la estadounidense Exxon Mobil y la saudí Aramco.