La peor crisis humanitaria del mundo hoy se está viviendo en Yemen, el país más pobre de Oriente Próximo, sumido desde hace dos años y medio en una guerra enquistada que se ha cobrado al menos 10.000 muertos. El bloqueo terrestre, marítimo y áereo que impuso el lunes Arabia Saudí, que lidera la coalición que se enfrenta a los grupos rebeldes hutíes apoyados por Irán, ha agravado aún más la situación en un país donde 20 millones de habitantes dependen de la ayuda humanitaria. Y crece el clamor de organizaciones internacionales y grupos de ayuda urgiendo a Riad a acabar totalmente con ese bloqueo, del que por ahora solo ha sacado a un par de puntos de entrada en Yemen, que depende al 90% del exterior.

El miércoles, tras informar de la situación al Consejo de Seguridad de la ONU, el coordinador de la ayuda de emergencia del organismo, Mark Locwcock, advirtió que siete de los 25 millones de habitantes del país se asoman a una hambruna que “será la peor que el mundo ha visto en décadas”.

Este sábado Unicef ha hecho sonar las alarmas también sobre la amenaza de una demoledora crisis sanitaria, subrayando que si no se levanta el bloqueo las reservas de combustibles y vacunas se agotarán en un mes. “La situación que ya era catastrófica está empeorando y el impacto es inimaginable en términos de sanidad y enfermedades”, ha advertido Meritxell Relano, la representante del organismo en Yemen, un país donde un estallido de cólera ha dejado 900.000 contagiados (y cerca de 2.200 muertos) desde abril, donde ahora se teme un brote de difteria y donde 2,2 millones de niños sufren malnutrición, casi 400.000 de ellos severa.

También la Unión Europa se ha sumado este sábado a las exhortaciones a Riad de acabar con un bloqueo que ha tenido efectos inmediatos, como la subida del 60% en el precio del combustible. Y aunque el comisionado de ayuda humanitaria de la Comisión Europea, Christos Stylianides, ha aplaudido como “un paso en la dirección adecuada” la primeras medidas para reanudar operaciones en el puerto de Aden y en el paso fronterizo de al Wadea, se reclama la apertura del resto de puertos y cruces terrestres.