Las autoridades alemanas han ordenado hoy el cierre preventivo de un colegio en la localidad de Kaarst, cerca de Düsseldorf y en el oeste del país, por temor a una posible masacre, aunque al parecer no existen indicios concretos. Un portavoz policial reconoció hoy en declaraciones televisadas que "contamos con indicios vagos con muy pocos datos concretos" procedentes de Finlandia, cuya policía alertó a la alemana tras registrarse en un foro de internet una conversación por chat sospechosa.

Los precedentes

A principios de noviembre un estudiante finlandés de 18 años de edad provocó una masacre en un instituto de enseñanza media en el sur del país, donde mató a tiros a seis compañeros, la directora del centro y una enfermera, antes de suicidarse. La alarma en Kaarst se produce poco después de que en Colonia se registrase un caso en otro instituto, donde dos jóvenes de 17 y 18 años habían proyectado una masacre. Uno de los jóvenes se suicidó al tirarse a un tranvía poco después de ser interrogado por la policía.

Sin embargo, tanto el estudiante suicida como su cómplice habían abandonado sus planes, según reveló ayer la fiscalía de Colonia, que subrayó que ya antes de la intervención policial del viernes, destinada a desmantelar la posible masacre ambos habían desistido. La policía había sido advertida por otros estudiantes del Instituto Georg Büchner de Colonia, que habían accedido a las páginas de internet colgadas por los implicados anunciando sus planes.

A raíz de esto, dos agentes interrogaron al más joven el viernes, en presencia de un responsable de la escuela. El muchacho se comprometió a borrar la página de internet, en la que habían colgado imágenes de la matanza de 1999 de Colombine, donde dos escolares mataron a trece personas y luego se suicidaron. Un portavoz policial rechazó informaciones de medios alemanes, según los cuales el muchacho se suicidó porque se sintió intimidado.

Según esos planes iniciales, ambos muchachos se habían propuesto llevar a cabo su ataque hoy, coincidiendo con el aniversario de lo ocurrido un año atrás en la localidad de Emsdetten, donde otro estudiante de 18 años disparó a discreción contra profesores y alumnos e hirió a 37 personas, para suicidarse poco después. La policía intervino a los jóvenes dos armas cortas que disparan balines de plástico, dos ballestas con 16 flechas de metal y una lista con los nombres de 17 alumnos y profesores del instituto.

Asimismo se ocupó de los ordenadores de los dos adolescentes, cuyos discos duros serán analizados. La policía señaló que los dos jóvenes tenían también instrucciones para la construcción de bombas de carga hueca y artefactos incendiarios.