ANNAPOLIS

George Bush nunca quiso implicarse en el conflicto. El resultado fue un deterioro constante, que empezó con el asedio de la Mukata y acabó con la victoria electoral de Hamás. En medio, atentados suicidas, duras operaciones militares, la retirada de los colonos de Gaza, el Muro, el coma de Ariel Sharon y la muerte de Arafat. El proceso de Annápolis fue más el canto del cisne para la galería de un pato cojo que un intento serio de mediación.