Tras criticar la víspera a Hamás como fuente de todos los males en Gaza, Hillary Clinton vertió ayer desde Ramala sus primeros reproches a Israel por su política de demolición de casas palestinas en Jerusalén Este. La nueva secretaria de Estado de EEUU también insistió en su determinación para crear un Estado palestino. Su visita coincidió con otro arrebato de beligerancia iraní. El régimen de los ayatolás anunció que dispone de misiles para alcanzar el reactor nuclear israelí si es necesario.

Tras reunirse con el presidente, Mahmud Abbás, y el primer ministro, Salam Fayad, Clinton condenó los planes para demoler 88 casas en el barrio de Silwan, situado a los pies de la Ciudad Vieja.