La coalición de centroizquierda que gobierna en Noruega resultó vencedora en las elecciones legislativas de ayer por un margen estrecho, pero que le permite conservar la mayoría absoluta y podrá mantenerse en el poder, según indicaban anoche las encuestas a pie de urna y las proyecciones oficiales. Un sondeo de la cadena TV2 otorgaba a la coalición de laboristas, socialistas y centristas que lidera el primer ministro, Jens Stoltenberg, 86 de los 169 escaños del Parlamento. Otra encuesta, de la tele pública NRK, les auguraba también86 escaños. Y según una proyección del Ministerio de Gobierno Local y Regional, la coalición gobernante tendría 85 diputados.

El laborista Stoltenberg y sus aliados se enfrentaban a una derecha dividida y el país hubiera entrado en una etapa de incertidumbre política si la coalición en el poder hubiera perdido la mayoría.

Con una tasa de paro del 3% (por debajo de los países de la UE) y unas perspectivas de retorno al crecimiento económico en el 2010, muchos noruegos han visto en el actual Gobierno un seguro frente a la crisis. "Hemos demostrado que podemos gestionar una situación muy difícil", dijo el ministro de Finanzas, Kristin Halvorsen.