Un total de 12 colectivos y nueve publicaciones de movimientos cristianos progresistas hicieron público ayer en Madrid un documento en el que consideran que la "democratización de la Iglesia es un asunto vital para que pueda adquirir credibilidad en la sociedad actual". "Pero no es posible sin lograr una previa y justa desclericalización de la Iglesia", añade el texto, suscrito también por teólogos, pastores y escritores. El documento, que aboga por recuperar la pérdida de credibilidad de la Iglesia durante el pontificado de Juan Pablo II, pide una revisión de la figura organizativa, "que se asemeja más a la figura de una monarquía absoluta del pasado que a una Iglesia pueblo de Dios , democrática, igual, fraterna y participativa".

El reconocimiento de los derechos humanos dentro de la Iglesia es otra de las asignaturas pendientes que estos grupos demandan al futuro pontífice. Este reconocimiento exige, dicen, revisar el Derecho Canónico, según demanda el Evangelio, el Vaticano II y los signos de los tiempos y "la igualdad dentro de la Iglesia de las mujeres".

Los firmantes del manifiesto también señalan que se deben repensar valores fundamentales atendiendo a razones ético-morales. "Sería el caso de poner al día posiciones intransigentes respecto a los homosexuales y lesbianas, curas casados, divorciados, etc.", subrayan. Para estos colectivos, la iniciativa de que Juan Pablo II sea proclamado santo ha sido promovida por sectores conservadores. "Su pontificado ofrece abusos y contradicciones impropias del seguimiento de Jesús", advierten.