La epidemia de cólera desatada en Zimbabue está convirtiéndose en la gota que desborda el vaso. La presión internacional sobre el presidente, Robert Mugabe, para que dimita, va en aumento. Ayer fue EEUU, por boca de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, quien exigió que el mandatario abandone el poder. La Unión Europea, por su parte, decidirá con toda probabilidad el lunes endurecer las sanciones contra Zimbabue. Por su parte, el arzobispo y premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, afirmó que si Mugabe no quiere dimitir, debería ser "derrocado por la fuerza". Según informó ayer la ONU, el cólera ha causado la muerte a 575 personas y 12.700 han enfermado.