Una vez más, la distracción de un conductor provocó una tragedia en una carretera de Turquía. Un autobús de línea se empotró ayer contra los muros de un túnel en el este de Turquía y causó la muerte a 27 personas y heridas a otras 33. El accidente tuvo lugar a unos 30 kilómetros de Erzincan, al este del país. Muchos de los heridos lograron salir del vehículo por su propio pie.

El hecho de que el conductor del vehículo no pisara los frenos antes de producirse el impacto hace pensar que la causa más probable del accidente fue que se quedó dormido. Las autoridades turcas precisaron que entre las víctimas no hay extranjeros. Se trata del accidente más sangriento registrado en Turquía desde el pasado agosto. 29 personas murieron entonces en otro autobús.

26 FALLECIDOS EN CHINA

Otro accidente de autobús provocó la muerte a 26 personas en la provincia china de Guangdong. La tragedia se produjo cuando un autocar en el que viajaba un número de pasajeros superior al permitido y que circulaba a gran velocidad se precipitó al río Dongjiang el viernes por la mañana, según informó ayer la agencia Xinhua. De los 40 pasajeros, tan sólo 14 sobrevivieron.

Y en Italia, seis personas murieron y otras 38 resultaron heridas cuando el autobús en el que viajaban volcó en un túnel cerca de Vicenza. La primera hipótesis sobre la causa del accidente es que el conductor pudo perder el control del vehículo al dormirse.