La inestabilidad y la violencia se generalizan en el Líbano. Ya no es solo el grupo Fatá al Islam el que ha puesto en jaque al Ejército en el norte. Desde el domingo, otra facción embrionaria de Al Qaeda y, para muchos, también ligada al régimen sirio, Jund al Sham (El Ejército del Sham), se ha levantado en armas en el campo de refugiados sureño de Ain Hilue.

Las primeras escaramuzas del pasado domingo se transformaron en encarnizados combates durante la noche y la mañana de ayer. Tres soldados, un insurgente de Jund al Sham y un miembro de la facción fundamentalista Asbar al Ansat, que trataba de mediar, cayeron en los enfrentamientos.

Además, una bomba explotó ayer junto a un autobús en un barrio cristiano del este de Beirut, provocando al menos siete heridos.