Al menos 116 personas, entre ellas un centenar de soldados gubernamentales, resultaron muertas durante una ofensiva del Ejército contra los rebeldes separatistas tamiles en el norte de Sri Lanka, una cifra que convierte a los enfrentamientos de los últimos días en los más sangrientos desde hace 18 meses. "El Ejército de Sri Lanka ha perdido a más de 100 soldados en combate, mientras que otros 400 han resultado heridos", reza un comunicado de los Tigres de Liberación del Eelam Tamil.

Lo más significativo --y lo que da muestra de la amplitud de los combates-- es que el Gobierno ha reconocido la muerte al menos de 38 soldados, un hecho rarísimo en la guerra que les enfrenta desde hace ya 36 años.