La lucha antiterrorista no fue una prioridad antes de los atentados del 11-S para el actual Departamento de Justicia de Estados Unidos, encabezado por John Ashcroft. Esta fue la grave denuncia emitida ayer por la comisión independiente del Congreso que investiga el 11-S, en su noveno informe preliminar sobre los fallos de seguridad que propiciaron los ataques, en el que también vapulea al FBI por no haber sabido responder a la visiblemente creciente amenaza terrorista.

"La estrategia antiterrorista del FBI no fue un foco de atención para el Departamento de Justicia en el 2001", primer año de mandato de George Bush, dice el informe, que se refiere a un documento sobre seguridad elaborado por Justicia en mayo del 2001.

El texto fue hecho público pocas horas antes de la prevista comparecencia de Ashcroft ante la comisión.