Los líderes de los Veinticinco condenaron ayer con la máxima firmeza las declaraciones contra Israel formuladas por el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, en las que afirmó que Israel debía ser "borrado del mapa". El Gobierno de Ariel Sharon inició los trámites para que la ONU expulse a Irán de la organización. Los gobernantes europeos resaltaron que estas declaraciones "provocan preocupación sobre el papel de Irán en la región y sobre sus futuras intenciones". El Kremlin se sumó a la condena. E. O.