Un nuevo problema vino a añadirse la pasada madrugada a las dificultades que afrontan las agencias humanitarias para ayudar a los supervivientes del maremoto en el Sureste Asiático. Un tiroteo originado no lejos del cuartel general de la ONU en la localidad indonesia de Banda Aceh puso en entredicho la seguridad de los cooperantes que trabajan en la zona del desastre. Tal y como recordaron representantes de las ONG, algunas áreas afectadas por el tsunami son zonas de conflicto donde se enfrentan fuerzas gubernamentales y poderosas guerrillas separatistas.

El incidente de Banda Aceh se produjo a las 02.30 horas (cinco horas menos en España), cuando agentes que montaban guardia junto a la vivienda de un subdirector de la policía vieron un grupo de hombres armados y abrieron fuego contra ellos.

Las fuentes no se pusieron de acuerdo acerca de si se produjeron heridos. Daniel Ziv, funcionario de la ONU, subrayó que el tiroteo no estaba dirigido contra su representación, y que no se plantea contratar seguridad adicional. "He estado trabajando en Aceh durante dos años y este tipo de incidentes son frecuentes", subrayó. Una fuente policial responsabilizó del incidente a la guerrilla separatista de la provincia de Aceh, que desde hace tres décadas se enfrenta a las fuerzas indonesias, aunque otras culparon a un agente policial traumatizado.

Tras el tiroteo, el tercero en tres días --el jueves, un altercado se saldó con siete muertos cerca de Banda Aceh, mientras que en la noche del sábado un soldado resultó herido por dos balazos-- las autoridades de Indonesia intentaron convencer a los trabajadores humanitarios de que su seguridad estaba garantizada. "La policía protegerá los esfuerzos humanitarios", declaró el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono. No obstante, las agencias humanitarias desconfían. "Hay que actuar con precaución; esto es una zona de conflicto", dijo Aly-Kahn Rajami, de Care International.

En Sri Lanka no hubo tiroteos, pero la tensión entre el Gobierno de Colombo y la guerrilla separatista tamil entorpece las labores humanitarias. Al finalizar su visita, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, conminó a ambas partes a dejar de lado sus diferencias ante la magnitud del desastre. "La gente local se ha unido de un modo extraordinario, espero que los líderes políticos hagan lo mismo", dijo Annan, a quien Colombo no autorizó a visitar las zonas bajo control rebelde. El dirigente expresó su deseo de "volver" para "visitar todas las regiones del país y acelerar el proceso de paz".