España y otros 13 países europeos colaboraron en las operaciones de detenciones secretas y transferencias ilegales de prisioneros realizadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), concluyó ayer el informe del Consejo de Europa tras siete meses de investigación. EEUU desarrolló con la ayuda de esos países una red alrededor del globo, "parecida a tela de araña", para secuestrar, trasladar ilegalmente y mantener detenidas a personas sospechosas de terrorismo de las que se carecía de pruebas para procesarlas legalmente, detalla el informe de la organización que agrupa a los estados democráticos europeos.

El informe, elaborado por el senador suizo Dick Marty, acusa a Gran Bretaña, Italia, Alemania, Suecia, Turquía, Bosnia y Herzegovina y Macedonia de "ser responsables en diferentes grados, de violaciones de los derechos" de 14 personas específicas, que fueron secuestradas por la CIA y trasladadas a centros de detención para ser torturadas.

España, Polonia, Rumanía, Chipre, Irlanda, Portugal y Grecia son responsables de "colusión activa o pasiva en la detención secreta y la transferencia ilegal de un número indeterminado de detenidos, cuya identidad permanece desconocida", detalla el informe. Suiza es criticada por no haber mostrado suficiente celo en evitar que su espacio aéreo fuera utilizado en esas operaciones ilegales.

PUNTO CLAVE El Consejo de Europea responsabiliza a España de servir como punto esencial de preparación y de escala en los vuelos de transferencia ilegal de detenidos. El aeropuerto de Palma de Mallorca, por ejemplo, fue utilizado el 23 enero del 2004 por el Boeing 737 de la CIA, con la identificación N313P, en la operación de secuestro en Skopie (Macedonia) del ciudadano alemán Jaled al Masri y de su traslado a una prisión de Kabul, donde fue torturado. El mismo aparato también recaló en Palma de Mallorca el 25 de enero del 2004, tras otra operación de entrega de prisioneros en Timisoara (Rumanía), añade el informe del Consejo de Europa.

Marty destacó que los equipos de la CIA usaron "de manera sistemática" Palma de Mallorca para "preparar sus misiones" y para descansar después de las mismas en los hoteles de la ciudad. "Palma de Mallorca tenía una función muy particular en el circuito de entregas" de detenidos, recalcó Marty. Tras la operación de Timisoara, la tripulación del avión de la CIA permaneció dos noches en un hotel de Palma.

DESMENTIDO OFICIAL El Gobierno español rechazó "de forma tajante" las acusaciones del Consejo de Europa y negó que España haya tenido una participación activa o pasiva, por negligencia o falta de vigilancia, en las detenciones y traslados secretos de prisioneros sospechosos de terrorismo. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, "ha actuado en base a los datos que disponía en cada momento sobre esos supuestos vuelos", indicaron fuentes oficiales, sin explicar la falta de actuación gubernamental ante esos vuelos sospechosos investigados por la Guardia Civil y denunciados por la prensa.

Amnistía Internacional, por su parte, reiteró en un comunicado la petición al Gobierno español para que realice una investigación exhaustiva "sobre todos los vuelos que hayan tenido lugar en territorio español".