El fuego no ha conseguido quemar las aspiraciones del conservador Costas Caramanlis de renovar su mandato. Nueva Democracia (ND), el partido del primer ministro griego, logró ayer imponerse a la oposición socialista (Pasok) de George Papandreu en unas elecciones en que los dos grandes partidos perdieron un apoyo popular que fue a parar a formaciones pequeñas, entre ellas, la ultraderecha, que por primera vez en 26 años entra en el Parlamento.

Según un sondeo a pie de urna de la empresa Kapa Research, el partido conservador obtuvo un 41,9% de los votos y 152 de los 300 escaños del Parlamento. Mientras, una encuesta del instituto demoscópico RASS daba a ND el 42,2% de los votos.

Los datos de otros cuatro institutos demoscópicos variaban ligeramente, pero todos coincidían en dar una clara ventaja a ND sobre el Pasok. En cualquier caso, ese resultado supone un retroceso para ND, que en los anteriores comicios obtuvo un 45,3% de los votos y 165 escaños. La publicación de los sondeos desató al euforia de los partidarios de Caramanlis, que salieron a la calle con banderas. "Hemos ganado, hemos ganado", gritaba satisfecho, Thanassis Papasotiriou, un militante de ND que, no obstante, reflexionaba sobre la pérdida de votos: "Debemos pensar cómo hacer regresar a los votantes que hemos perdido".

En cualquier caso, el Pasok de Papandreu fue incapaz de capitalizar el descontento popular generado por la nefasta gestión gubernamental de los incendios del verano, en que murieron 66 personas. Los socialistas se quedaron en un 38,5% de los votos, que se traducen en 103 escaños, según los sondeos. El voto de castigo fue a partidos menores, entre ellos el ultraderechista Alerta Ortodoxa Popular (Laos, en sus siglas en griego).

El sistema electoral griego concede 40 escaños adicionales a aquel partido que venza en las elecciones, con lo que Caramanlis podrá gobernar en solitario y evitar así la necesidad de formar una coalición. De hecho, el primer ministro ya había avisado de que, en caso de no obtener una mayoría suficiente, convocaría unas nuevas elecciones.

Los resultados definitivos aclararán si Caramanlis obtiene la mayoría suficiente para llevar adelante las reformas estructurales que pretendía aplicar en la economía del país.

Mientras, en las filas del Pasok se esperan turbulencias después de que la formación de George Papandreu logrará ayer el peor resultado electoral desde 1977 como fuerza consolidada.