La OTAN sigue bloqueada. Francia, Alemania y Bélgica aparecen como el freno a los planes de Estados Unidos de reforzar la defensa de Turquía. Con el Tratado del Atlántico Norte en la mano, la reacción de Washington a la postura de los ´protestones´ resulta desmesurada, como lo es todo lo relativo a esta crisis.

El artículo 4 de dicho tratado invocado por Turquía dice textualmente: "Las Partes se consultarán cuando, a juicio de cualquiera de ellas, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las Partes fuese amenazada".

O sea que lo previsto por la Carta Magna de la OTAN en este punto de la crisis son consultas, no imposiciones de una de las partes.

Turquía está en su derecho de pedir apoyo. Francia, Alemania y Bélgica no incumplen con su postura el Tratado y además dan tiempo a la presentación, mañana, del nuevo informe de Hans Blix. Pero para Washington, de poco valen los tratados si no les dan la razón.