"Jet Blue 171, aquí la torre de control. Vía libre para el despegue". Probablemente sea el sueño de cualquier niño poder controlar durante unas horas el tráfico aéreo de un aeropuerto. Pero lo que ha ocurrido no es producto de la imaginación de nadie. Y por increíble que pueda parecer tampoco ha sido en un pequeño aeropuerto perdido en el medioeste norteamericano, sino en el JFK de Nueva York, una de las terminales aéreas más importantes del mundo y una de las más vigiladas del planeta.

La Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA) reconoció ayer que ha tenido que abrir una investigación sobre un extraño suceso ocurrido el pasado 17 de febrero y del que ayer mismo se conocían los primeros detalles después de que la cadena de televisión Fox obtuviera un mensaje de audio en el que se puede escuchar la voz de un niño pequeño dando instrucciones a un piloto de la compañía Jet Blue para que iniciara la maniobra de despegue.

Un portavoz de la agencia de aviación dijo ayer que ya han sido suspendidos tanto el controlador aéreo que dejó a su hijo entrar en la torre de control y dirigirse a los pilotos por el sistema de radio como su supervisor en el aeropuerto JFK. "Es un comportamiento inaceptable que no demuestra el tipo de profesionalidad que la FAA espera de sus empleados", señaló.

La imagen de los controladores aéreos volvió a quedar en entredicho y por eso su sindicato se apresuró ayer a condenar lo ocurrido y aseguraba que no es un fiel reflejo de "los altos estándares profesionales" que se les exige a los trabajadores del sector.

La FAA ha prohibido las visitas de familiares y amigos a las zonas de control del tráfico aéreo. Se trata de un nuevo incidente después de que hace siete meses fuera despedido el controlador de un aeropuerto de Nueva Jersey tras conocerse que estaba hablando con su novia por teléfono cuando un avión y un helicóptero chocaron en pleno vuelo.