Corea del Norte amenazó ayer con practicar su primer ensayo nuclear en un futuro no concretado. El anuncio llega tres meses después del lanzamiento de misiles que provocó, por un lado, una grave crisis diplomática, y por otro, una cierta tranquilidad mundial sobre el potencial de su armamento, debido al fracaso de la prueba. Las reacciones internacionales de condena se repitieron ayer a pesar de la vaguedad del comunicado norcoreano, que no concretó ni dónde, ni cuándo ni en qué consistirá el test.

La nota del Ministerio de Exteriores norcoreano advirtió de que "la ya anunciada posesión de armas nucleares presupone la posibilidad de una prueba", que se producirá en un futuro "con todas las condiciones de seguridad garantizadas". Según el régimen de Kim Jong-il, es una defensa legítima ante la amenaza de EEUU de "desatar una guerra nuclear" en la región.

Aunque la noticia causó sorpresa, el espionaje norteamericano ya había alertado en agosto de un "movimiento sospechoso de vehículos" en zonas subterráneas. Los especialistas opinan que Pyongyang cuenta con plutonio suficiente para ocho bombas, pero dudan de que sepa fabricar una lo bastante pequeña como para meterla en un misil.

Los seis proyectiles lanzados en julio se hundieron en el mar de Japón. La joya del armamento norcoreano, el misil Taepodong-2, al que los más optimistas le atribuyen un alcance de 6.000 kilómetros y capacidad para caer en Alaska, voló solo 40 segundos.

El anuncio provocó una airada respuesta de sus vecinos, Corea del Sur y Japón. Para el primer ministro japonés, Shinzo Abe, la prueba sería "inaceptable" y advirtió de que tomaría medidas "severas" en coordinación con la comunidad internacional. EEUU, por boca de su embajador ante el Consejo de Seguridad, John Bolton, aseguró que cualquier ensayo es "inaceptable" ya que sería una "grave amenaza" para la seguridad mundial y urgió a la ONU a dar una respuesta.

Desde China, su habitual sostén, no hubo declaraciones. Rusia, otro aliado de Corea del Norte, restó credibilidad a la amenaza de Pyongyang.