El suflé belicista en la península coreana sigue creciendo. El régimen de Corea del Norte anunció ayer la congelación de las relaciones con el Gobierno de Seúl y amenazó con atacar a buques de Corea del Sur que violaran sus aguas, en respuesta a los duros reproches y a la batería de sanciones anunciada la víspera por el presidente surcoreano Lee Myung-bak, tras confirmarse que el hundimiento, en marzo, de la patrullera Cheonan fue obra de Pyongyang. Pese a que el incremento de la tensión se hizo sentir en los mercados financieros de Seúl, ningún analista pensaba que la sangre pudiera llegar al río, debido a lo mucho que perderían ambas naciones en una hipotética guerra abierta.

"El Comité para la Reunificación Pacífica de Corea formalmente declara que a partir de ahora aplicará las medidas resolutivas para congelar por completo las relaciones intercoreanas y detener la cooperación intercoreana", informó la agencia oficial de Corea del Norte KNCA. Pyongyang también expulsará a personal surcoreano del parque industrial de Kaesong, una joint venture en territorio norcoreano junto a la frontera. Al tratarse de una importante fuente de divisas para el régimen de Kim Jong- Il no está claro hasta qué punto Corea del Norte aplicará unas medidas de represalia que merman su maltrecha economía.

China y EEUU, padrinos respectivos de las dos mitades peninsulares, estudiaron ayer diferentes métodos para frenar la escalada verbal y hacer que las aguas vuelvan a su cauce, tras las conclusiones inculpatorias contra Corea del Norte de la comisión por el incidente del Cheonan, uno de los más mortíferos desde el final de la guerra de los años 50.

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, de visita en China, hizo un llamamiento a la calma y dio a entender que no era de prever que el Consejo de Seguridad acordara nuevas sanciones a corto plazo. "China comparte con nosotros el objetivo de una península coreana desnuclearizada y (la apertura de) un periodo de cuidadosa consideración para determinar la mejor forma de tratar con Corea del Norte", dijo Clinton.

ALIADO DE ENTIDAD Las autoridades chinas, el único aliado de entidad que le queda a Corea del Norte, han intentado deliberadamente mantenerse al margen de la confrontación y han evitado unirse a la oleada de condenas internacionales que provocaron las conclusiones del informe Cheonan. Los observadores consideran muy probable que, durante la estancia de la jefa de la diplomacia estadounidense en Pekín, el Gobierno chino le expresara su oposición a que el máximo órgano de Naciones Unidas debatiera la imposición de nuevas sanciones.

Los analistas políticos y de riesgos financieros consideran improbable que estalle un conflicto abierto, habida cuenta de lo que perderían ambos países.

Por su parte, la Federación Rusa, país que comparte frontera con Corea del Norte, llamó ayer a la calma, tanto a Seúl como a Pyongyang. El presidente ruso, Dmitri Medvédev, habló por teléfono con su homólogo surcoreano, Lee Myung-bak, acerca de la situación creada por el incidente naval.