después de que anunciase su adhesión a la Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva (PSI), promovida por Estados Unidos.

"Cualquier acto hostil contra nuestros buques pacíficos, incluidos los de busca y captura, será entendido como una transgresión imperdonable contra nuestra soberanía y responderemos de forma inmediata con un potente ataque militar", precisó un portavoz del Ejército norcerano en declaraciones a la agencia de noticias oficial KCNA.

"Tal y como hemos declarado, nuestras fuerzas revolucionarias entenderán la participación en la PSI (del presidente surcoreano) Lee Myung Bak y otro grupo de traidores como una declaración de guerra en nuestra contra", indicó la fuente y agregó que las fuerzas militares del régimen comunista no respetarán por más tiempo el armisticio firmado tras el fin de la Guerra de Corea (1950-1953), que enfrentó al norte contra el sur.

Las amenazas del régimen de Kim Jong Il vienen después del ensayo nuclear que realizó el lunes, y que calificaron de "exitoso" haciendo oidos sordos a las advertencias de la comunidad internacional, que han asegurado que tomarán represalias por el ensayo de Pyongyang que fue acompañado por el lanzamiento de dos misiles de corto alcance.

A las acciones del lunes hay que sumarle los otros dos misiles que disparó ayer desde la costa este del país y el último lanzamiento perpetrado esta misma madrugada también desde la costa este.

La postura de su vecino Corea del Norte le llevó a Seúl a anunciar su respaldo a la iniciativa, tal y como hizo a principios de abril tras el ensayo de un misil de largo alcance, aunque no lo llevó a efecto con la esperanza de reinstaurar el diálogo con su país vecino. Corea del Norte ya advirtió entonces de que cualquier intento de suscribirse a la PSI sería considerado como una "declaración de guerra".