Parece el principio del fin de la crisis nuclear norcoreana. Tras dos años de arduas negociaciones, Corea del Norte se comprometió ayer a desmantelar su programa de armamento nuclear. Un paquete de incentivos "completo y generoso" y la fuerte presión de los países de la negociación multipartita (Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, China y Rusia) han doblegado a la máquina norcoreana.

Todos sus reactores nucleares serán desmantelados bajo la vigilancia de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y el Gobierno de Pyongyang se incorporará lo más pronto posible al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). A cambio, Estados Unidos se ha comprometido a "no atacar con armas convencionales ni nucleares" a este país, que el presidente estadounidense, George Bush, incluyó en el 2002 en el eje del mal , junto a Irán e Irak.

NORMALIZACION El acuerdo alcanzado en Pekín prevé una amplia ayuda energética para Pyongyang por parte de EEUU, China, Japón, Rusia y Corea del Sur, empezando por los dos millones de kilovatios que suministrará Seúl cada año. Además, Washington y Tokio estudiarán medidas para avanzar hacia la normalización de las relaciones diplomáticas con los norcoreanos.

"El primer paso es la desnuclearización de Corea del Norte", declaró el negociador de EEUU, Christopher Hill. Washington espera que los reactores nucleares norcoreanos, incluido el de Yongbyon --que en los últimos días presentó signos de actividad-- sean desactivados inmediatamente. "Hay que aprovechar el ímpetu logrado para seguir avanzando", lanzó Hill.

En noviembre volverán a reunirse las partes para, "compromiso por compromiso, acción por acción", seguir avanzando en el proceso de desnuclearización. Sin embargo, el acuerdo no especifica quién deberá actuar primero y el proceso puede hacerse complicado.