En un abierto desafío a la comunidad internacional, Corea del Norte sigue imparable en su escalada nuclear. Ayer, el régimen comunista de Pyongyang anunció la expulsión de los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) de la central nuclear de Yongbyon, que estaba bajo supervisión internacional desde el año 1994 y que tiene capacidad de producir plutonio para armas nucleares.

LA AIEA confirmó en Viena haber recibido por carta la petición de las autoridades norcoreanas y exigió la permanencia de sus expertos. En la misiva, el director del Departamento de Energía Nuclear norcoreano, Lee Jae Sun, señala que la permanencia de los inspectores que la agencia tenía destinados en el país ya no tiene justificación, al haberse reactivado las centrales nucleares.

CONSTRUCCION DE PLANTAS

Además, Lee Jae Sun recalcó que la reactivación de las instalaciones de Yongbyon responde a la decisión del Gobierno de Estados Unidos de suspender el envío de petróleo a Corea del Norte y recordó la necesidad que tiene el país de producir electricidad para poder subsistir este invierno. Además, el experto aseguró que su Gobierno continuará con el programa de construcción de plantas nucleares, congelado en 1994, cuando los inspectores de la AIEA se instalaron en el país con un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU.

Desde ese año, los expertos nucleares han sido los encargados de controlar, sobre todo, el reactor de Yongbyon, capaz de producir plutonio con fines militares y donde el régimen de Pyongyang está introduciendo desde el miércoles barras de combustible. Además, la Agencia Internacional de la Energía Atómica supervisa una unidad de fabricación de esas barras y un laboratorio especializado en su recuperación, así como dos reactores más, cuya construcción fue interrumpida en 1994.

En medio del creciente temor internacional, el Gobierno ruso quiso transmitir un mensaje de calma. El ministro de la Energía Atómica, Alexandre Rumiantsev, subrayó que Pyongyang no tiene potencial para "poner a punto armas nucleares". Por su parte, el presidente electo de Corea del Sur, Roh Moo-Hyun, amenazó con poner fin al acercamiento con su vecino del norte si Pyongyang persiste en llevar adelante su programa nuclear.