Corea del Sur anunció hoy una reunión de defensa con China, principal aliado de Corea del Norte, el próximo febrero, en medio de la creciente inestabilidad en la zona por la tensión con el hermético régimen comunista de Pyongyang. Está previsto que el ministro surcoreano de Defensa, Kim Kwan-jin, que asumió su cargo hace apenas un mes, aborde con su homólogo chino, Liang Guanglie, la situación de seguridad en la región, en el primer encuentro de los responsables de defensa de ambos países desde mayo de 2009. Aunque el Gobierno surcoreano no ofreció detalles sobre la agenda de la reunión, la agencia local Yonhap, que cita a un funcionario de Defensa, señaló que entre otras cuestiones se hablará sobre las "provocaciones militares" de Corea del Norte. Añadió que se espera que el ministro surcoreano pida a China que actúe con "responsabilidad" para presionar al régimen de Kim Jong-il de modo que cese en sus hostilidades, un llamamiento que ya lanzaron de forma conjunta a principios de este mes los responsables de Exteriores de EEUU, Japón y Corea del Sur. China es el prácticamente el único aliado político y principal abastecedor de ayuda económica de Corea del Norte, al que apoyó en la guerra de 1950-1953 contra el Sur, que terminó con un armisticio en lugar de un tratado de paz. Tras el inesperado enfrentamiento con Corea del Norte del 23 de noviembre que dejó cuatro muertos en la isla surcoreana de Yeongpyeong, en la tensa frontera del Mar Amarillo (Mar Occidental), China mostró su preocupación por la "precaria" situación en la península coreana y aseguró que no protegería a ninguna de las partes. Así, planteó que el asunto fuera abordado por los negociadores del diálogo a seis para la desnuclearización de Corea del Norte, en el que además de las dos Coreas y China participan Japón, Rusia y EEUU, pero la propuesta fue acogida con frialdad por Washington y sus aliados. El anuncio hoy de la reunión con China se produjo tras una nueva escalada de amenazas verbales entre Seúl y Pyongyang a raíz de las maniobras organizadas por Corea del Sur cerca de la frontera con el Norte. El pasado lunes las fuerzas surcoreanas efectuaron ejercicios militares ante la isla de Yeonpyeong y dos días más tarde se celebraron nuevas maniobras terrestres y aéreas en la zona de Pocheon, a unos 20 kilómetros de Corea del Norte. El país comunista respondió a esos últimos ejercicios con la amenaza de una "guerra santa" y el eventual uso de su "poder disuasorio nuclear" en caso de que se produjera una violación de su territorio. Mientras las fuerzas surcoreanas se mantienen en alerta, el Gobierno de Seúl trabaja para coordinar con EEUU, su principal aliado de seguridad, los esfuerzos para contrarrestar una eventual ofensiva norcoreana. Fuentes oficiales en Seúl indicaron hoy a la agencia Yonhap que está previsto que a principios de 2011, en enero o febrero, se celebre la llamada reunión "2+2", en la que participan los responsables de Exteriores y de Defensa de Corea del Sur y EEUU. En ese encuentro, que inicialmente estaba previsto para este mes en Washington pero se retrasó por motivos de agenda, según las fuentes, se analizarán las medidas de seguridad en la península para hacer frente a las "provocaciones" norcoreanas. Corea del Sur cree que el Norte podría llevar a cabo nuevas acciones beligerantes el próximo año, en medio del proceso de transición que vive el régimen de Kim Jong-il, quien el pasado octubre designó a su hijo menor, Kim Jong-un, como su probable sucesor. Según un estudio publicado hoy por el surcoreano Instituto para la Estrategia de Seguridad Nacional, gestionado por los Servicios de Inteligencia, Kim Jong-un, al que se le calculan 28 años, podría en 2011 consolidar su poder al convertirse en número dos de la poderosa Comisión Nacional de Defensa, presidida por su padre. En este contexto, no se descarta que el país comunista "desarrolle estrategias" para mostrar su poder con acciones de provocación como ataques a barcos o puestos de observación surcoreanos, según el informe.