El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó hoy que "América Latina empieza una nueva era donde primarán los principios, la justicia y el derecho internacional, donde nunca más debe primar el poder", a su regreso a Ecuador de Santo Domingo, donde se resolvió la crisis diplomática entre Quito y Bogotá. "Los ecuatorianos pueden dormir tranquilos, nuestros hermanos colombianos pueden dormir tranquilos, los venezolanos, los nicaragüenses, América Latina y el mundo entero (pueden dormir tranquilos)", dijo Correa tras la Cumbre del Grupo de Río en que se solucionó la crisis.

El origen

Tras un ataque militar colombiano a una base de las FARC en territorio Ecuatoriano el pasado 1 de marzo, en el que murieron el portavoz internacional de esa guerrilla, "Raúl Reyes", y al menos otros 24 supuestos guerrilleros, Quito rompió sus relaciones diplomáticas con Bogotá, postura secundada por Caracas y Managua. Ayer, en la Cumbre del Grupo de Río en Santo Domingo, el conflicto se resolvió, al pedir disculpas el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y asegurar que nunca se producirá un ataque semejante fuera de su país.

"Creo que el 7 de marzo va a pasar a la historia del Ecuador y toda América Latina porque hemos recuperado la fe en muchas cosas", indicó el presidente ecuatoriano, quien citó entre ellas "los principios", "las cumbres" y "nuestros colegas latinoamericanos". "Es la primera vez en la historia que a nuestro país no se lo despedaza en la mesa de negociaciones, porque con una postura firme y digna, no de Rafael Correa o un Gobierno, de todos los ecuatorianos, hemos hecho respetar los derechos del país", recalcó Correa a su llegada de madrugada al aeropuerto de Quito.

Para él, "América Latina también está feliz, porque se ha demostrado que pueden prevalecer los principios y, tal vez, este es el inicio de una nueva forma de diplomacia, que no trata de contentar a todos, que no hace obedecer a razones de fuerza dejando de una forma secundaria justicia, principios y convicciones". "Se ha podido resolver un problema extremadamente grave, muy serio, de manera pacífica, con firmeza, con convicciones, con principios, en una cumbre de presidentes", reiteró.

Para Correa, "todo ha salido muy bien, y el presidente Uribe, más que Colombia, ha reconocido su responsabilidad, ha pedido perdón sin atenuantes al pueblo ecuatoriano y se ha comprometido a nunca más repetir esta clase de agresiones ni con Ecuador, ni con ningún país". Además, afirmó que Uribe "se ha comprometido a desmontar todas esas barbaridades que se crearon para tratar de justificar la agresión" llevada a cabo contra territorio ecuatoriano, donde acampaba "Reyes" con un grupo de las FARC.

El gobernante ecuatoriano animó a los pueblos de América Latina a buscar ahora "esa gran nación latinoamericana con la que el libertador Simón Bolívar soñó, con la que todos nosotros también soñamos" y envió "un inmenso abrazo" al pueblo colombiano y a "mis compatriotas ecuatorianos". "Estamos tranquilos, estamos felices, aunque en todo esto ha habido mucho costo, se han perdido vidas humanas y, como humanistas que somos, es difícil tener una alegría completa cuando ha habido masacres", apostilló.

Antes de retirarse, Correa, reiteró un llamamiento a las FARC para que procedan a la "liberación inmediata de todos los secuestrados".