Ni China ni sus misiles frenaron a los independentistas de Taiwán. Fue la corrupción la que obstaculizó en las urnas el avance de los soberanistas del Partido Demócrata Progresista (PDP), que gobiernan el país. Las elecciones municipales dejaron, además, un Taiwán dividido en dos mitades. El norte quedó para los nacionalistas chinos del Partido Kuomintang (KMT), favorables a la anexión con la China continental si esta se democratiza, mientras que el sur aguantó como feudo de los separatistas del PDP, que no quieren ver al gigante chino ni en pintura.

Los comicios despertaron gran interés en Asia por el auge de los independentistas, que parecía imparable. Y es que el independentista PDP perdió ayer la gran oportunidad de ganar en Taipei, porque no se presentaba a la reelección Ma Ying-jeou, el líder carismático del Koumintang.

COMPRA DE VOTOS En Taipei, el exministro Hau Lung-pin, del KMT, venció con el 54,12% de los votos al exprimer ministro Frank Hsieh, del PDP, quien obtuvo el 40,55%. En cambio, en la ciudad de Kaohsiung, la segunda de Taiwán, la exministra Chen Chu (PDP) venció con el 49,46% al profesor Huang Chun-ying, del KMT, que logró el 49,22%, en unos comicios marcados por acusaciones de compra de votos.

Sin embargo, el caso más sonado de corrupción ha salpicado al presidente de la República, Chen Shui Bian. Su esposa está acusada por la fiscalía de Taiwán del presunto delito de desvío de dinero público al PDP. Esos escándalos tuvieron ayer una influencia importante entre el electorado, según los expertos políticos de Taipei.

El PDP contaba con gran apoyo popular entre las clases medias y las más empobrecidas. Una encuesta reveló que un 62% de los taiwaneses apoyarían la independencia formal de Taiwán. Este era el debate hasta que apareció la corrupción.

Pese al golpe recibido ayer, los comicios no fueron una debacle para el PDP, según representantes del partido. La mayoría admite que la situación era inmejorable para hacerse con la alcaldía de Taipei y, de este modo, controlar todo el país. Por esto, las municipales se habían convertido en unas primarias de cara a las presidenciales del 2008. No ha sido así, y las cosas han quedado más o menos como en el 2002, pero con más misiles chinos apuntando a Taiwán.

MAS MISILES La vicepresidenta, Annette Lu, declaró en un encuentro con periodistas extranjeros que en el 2000 China tenía 200 misiles apuntando a la isla; en el 2004, 500, y hoy, más de 800. "Con amenazas militares y humillaciones en los foros internacionales no evitarán el progreso de Taiwán", señaló.