La interrupción del suministro de petróleo por el oleoducto ruso que atraviesa Bielorrusia con destino a Polonia, Alemania y Europa occidental desató ayer la alarma en la Unión Europea (UE). La nueva crisis energética, asociada a las conflictivas relaciones entre Rusia y sus vecinos limítrofes con la UE, evidencia la peligrosa fragilidad de la seguridad energética de los Veintisiete y los graves riesgos que eso implica para su desarrollo económico.

La Comisión Europea se apresuró a asegurar que "no existe un inmediato riesgo de desabastecimiento de petróleo para la UE", dadas el volumen de reservas existentes en los países más afectados. No obstante, el conflicto entre Moscú y Minsk disparó de inmediato al alza los precios del crudo en los mercados internacionales, que subió más de un dólar por barril a media jornada, aunque al cierre de la sesión volvió a situarse alrededor de 56 dólares ante la perspectiva de un cálido invierno.

OLEODUCTO VITAL El oleoducto Druzhba (amistad, en ruso), uno de los mayores del mundo, suministra al día unos 1,8 millones de barriles de crudo desde Rusia a Polonia, Alemania, Eslovaquia, República Checa y Hungría, a través de sus dos ramales. El ramal norte atraviesa Bielorrusia y el ramal sur cruza después el territorio de Ucrania hasta Eslovaquia y Hungría. El oleoducto es vital para el suministro de las refinerías de alemanas y polacas. Alemania, por ejemplo, recibe una quinta parte de su consumo total de petróleo por esa vía.

El suministro en el ramal polaco quedó interrumpido la noche del domingo al lunes, sin explicación ni advertencia de las autoridades rusas o bielorrusas. El ramal sur fue sufriendo durante el día una presión decreciente y las autoridades húngaras estimaban que el suministro de crudo quedaría interrumpido la noche del lunes al martes.

Tanto la Comisión Europea como las autoridades polacas y alemanas atribuyeron la interrupción del suministro de crudo al conflicto entre el Minsk y Moscú por el drástico aumento del precio del gas impuesto por Rusia y la represalia del Gobierno bielorruso de gravar con un impuesto el petróleo ruso que transita por su territorio.

EXIGENCIA DE EXPLICACIONES El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, se puso en contacto con las autoridades rusas y bielorrusas y exigió explicaciones "urgentes y detalladas" de la interrupción del suministro, según explicó su portavoz. Piebalgs también se mantuvo en contacto con las autoridades alemanas, polacas, eslovacas, húngaras y checas para evaluar el impacto del corte del suministro de crudo desde Rusia.

El Ejecutivo comunitario insistió en que no hay un peligro inmediato de desabastecimiento de petróleo en la UE, porque las reservas de Polonia equivalen a 70 días de consumo y las reservas de Alemania superan los 130 días. Sin embargo, el propio Piebalgs evocó la posibilidad de convocar al grupo de expertos sobre petróleo de los Veintisiete para estudiar las consecuencias de la persistencia de la interrupción del suministro de crudo en el oleoducto ruso y la necesidad de usar las reservas estratégicas.

PLAN DE ACCION La presidencia alemana de la UE quiere aprobar en la cumbre de marzo un plan de acción en materia de energía que refuerce la seguridad del suministro europeo, diversifique las fuentes de aprovisionamiento y potencie el uso de las energías renovables. La nueva crisis energética, tras el corte del suministro de gas el invierno pasado por el contencioso entre Rusia y Ucrania, puede facilitar que los Veintisiete dejen de lado sus reticencias nacionales para iniciar una política energética europea. La Comisión Europea aprobará mañana recomendaciones para diversificar las vías de aprovisionamiento energético y potenciar 42 proyectos de infraestructuras de interconexión energética de alta prioridad dentro y fuera de la UE.