Marruecos ha intensificado la seguridad. Todos los restaurantes frecuentados por occidentales han incrementado sus precauciones. A la entrada de los hoteles de Casablanca hay fornidos empleados de empresas de seguridad que controlan minuciosamente la entrada. Mientras, los que van a recibir viajeros al aeropuerto deben esperar fuera del recinto, pues sólo se permite el paso a los que van a tomar un avión.