Human Rights Watch acusó ayer a Israel de cometer crímenes de guerra al emplear fósforo blanco en zonas densamente pobladas durante sus 22 días de ofensiva en Gaza, que acabó en enero. Las leyes de la guerra permiten la utilización de esta munición, que prende cuando entra en contacto con la atmósfera, creando bolas de fuego incandescente, solo cuando se emplea como pantalla de humo en espacios abiertos.

Según informa la organización de derechos humanos, Israel utilizó el fósforo blanco "deliberada y repetidamente" en barrios habitados, matando e hiriendo a civiles y causando daños en un hospital, un colegio, un mercado y un almacén de Naciones Unidas.