El Gobierno boliviano exhortó ayer a los líderes del comité cívico de Santa Cruz a "deponer las actitudes" que ponen en peligro el "ambiente de paz, tolerancia y respeto a la Constitución y las instituciones", luego de que esa provincia, la más rica de ese país, convocara para el próximo viernes un "cabildo abierto" que sentará las bases de un proceso autonómico. El presidente, Carlos Mesa, ordenó al mismo tiempo el envío de tropas para enfrentar las protestas que lo tienen en jaque desde hace dos semanas.

En los 15 meses que lleva de presidente, Mesa no ha dejado de enfrentarse a conflictos políticos y sociales. La nueva crisis se originó hace dos semanas en Santa Cruz con manifestaciones en contra del aumento del precio de los combustibles. Pero inmediatamente pasó a un primer plano el tema de la autonomía de la región, que es el motor del desarrollo agroindustrial boliviano.

La proclama autonomista se hizo el viernes por la noche en la Plaza de Armas 24 de septiembre, ante 10.000 personas, tras días de tensión. Ante la multitud, Raúl Costas, principal dirigente del comité cívico, llamó a una nueva concentración el 26 de enero "para la formación de un Gobierno propio".