Las relaciones entre Washington y Ankara pasan por su peor momento a causa de las desavenencias sobre Irak. Ayer, las fricciones se agravaron con la aprobación, en la comisión de Exteriores del Congreso estadounidense, de una proposición que condena el "genocidio armenio".

Pero el gran "problema es de los estadounidenses" como dijo tras la votación Egemen Bagis, consejero de política exterior del primer ministro turco, Racip Tayyip Erdogan. Y es que Ankara hace mucho que desconfía del otrora amigo americano , del que además sospecha que suministra armas al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), refugiado en el norte de Irak.

La Administración de George Bush trató por todos los medios de evitar que prosperase la enmienda del genocidio, sabedor de que sus relaciones con Ankara penden de un hilo, pero poco pudo hacer en una cámara controlada por el Partido Demócrata. La reacción no se hizo esperar y Turquía calificó la iniciativa como "inaceptable" por boca del jefe del Estado, Abdulá Gül.

El Ejecutivo de Erdogan llamó ayer a consultas a su embajador en EEUU y prepara una respuesta más contundente. En EEUU saben que las amenazas de los turcos no son inocuas: Francia vio como Turquía vetó a su compañía de bandera Gaz de France de la participación en el gasoducto paneuropeo Nabucco tras la aprobación de una ley similar.

LA BASE DE INCIRLIK Entre las iniciativas del Gobierno turco se halla la restricción de los vuelos en la base estadounidense de Incirlik, en la provincia turca de Adana, un punto clave para el abastecimiento de las tropas de EEUU en Irak. Por ello, el vicesecretario de Estado de EEUU, Nicholas Burns, se apresuró a pedir disculpas a los turcos.

Pero el daño ya está hecho y Turquía no está para disculpas. Según la última encuesta del Pew Global Attitudes Project realizada en 47 países, los turcos se declararon como los más antiestadounidenses: tan solo un 9% apoya a EEUU.

Bagis cree que "los dirigentes de EEUU aún pueden dar pasos importantes para salvar sus relaciones con Turquía". Uno sería detener la resolución sobre el genocidio armenio antes de que sea aprobada por el pleno de la Cámara; el otro, "dar un paso firme en la lucha contra el PKK".

CONTACTOS CON EL PKK La acusación de que EEUU hace la vista gorda ante los santuarios de los separatistas kurdos en Irak es un hecho para los turcos. Fuentes del Parlamento turco aseguraron a este diario que tienen constancia de los contactos entre EEUU y el PKK, y del apoyo de Washington a su socio kurdoiraní, el PJAK.

Así las cosas, la intervención militar turca en el norte de Irak parece irremediable, después de que Erdogan anunciase ayer que, tras el fin de semana, el Parlamento votará autorizar una incursión en el país vecino.