El debut parlamentario del primer ministro de Tailandia, Somchai Wongsawat, provocó un enfrentamientos entre policía y manifestantes que acabó al menos con dos muertos y 278 heridos en Bangkok. El país de la sonrisa lleva ya cuatro meses de protestas antigubernamentales sin que se intuya un final.

Los disturbios se produjeron en los aledaños del Parlamento, donde se debía debatir una propuesta para enmendar la Constitución del año pasado. La policía se enfrentó a los miles de seguidores de la Alianza Popular para la Democracia (APD) que habían montado barricadas para impedir el acceso de los diputados. Una persona murió por la explosión de un camión a unos cientos de metros del Parlamento.

BRAZO DESPEDIDO A 20 METROS "Sospechamos que era un coche bomba porque un brazo del fallecido cayó a 20 metros del vehículo", declaró un representante policial. Una televisión nacional añadió que un manifestante perdió la pierna por la explosión de un proyectil de gas lacrimógeno y otros fueron heridos de gravedad. La policía defendió que solo usó gases lacrimógenos, pero el director del Hospital Vachira, donde fueron atendidos 47 heridos, dijo que las explosiones eran lo bastante potentes como para desgarrar tejidos y huesos.

El alto número de heridos provocó la dimisión del viceprimer ministro tailandés, Chavalit Yongchaiyudh, que había pedido mesura a la policía. "Asumo mi responsabilidad porque el plan no salió como se había planeado", aclaró en su carta de renuncia, presentada al primer ministro y también titular de Defensa, Somchai Wongsawat.

El tono de las protestas durante estos meses ha sido mayoritariamente festivo, con escasas actuaciones policiales y la dejación de funciones del Ejército, que desoyó las órdenes gubernamentales de aplicar el estado de excepción que permitiría la fuerza.

La sesión parlamentaria pudo empezar con una hora y media de retraso y con el boicoteo de los representantes de la APD. Somchai Wongsawat dirigía por primera vez el legislativo desde que su predecesor, Savak Sundarajev, fuera inhabilitado por el Constitucional el mes pasado, tras cobrar por presentar un programa de cocina en la televisión.

Las tensiones se repitieron tras la sesión, ya que los manifestantes se acumularon en los aledaños del Parlamento para impedir la salida de los representantes. Finalmente, la policía pudo abrir un corredor, por el que salieron los legisladores.

La APD, una coalición de la élite empresarial y académica, pretende la renuncia del poder del Partido del Poder del Pueblo, apoyado por las clases más bajas y ganador rotundo de las elecciones generales celebradas hace apenas un año. Las protestas del partido opositor provocan la inactividad del Gobierno y socavan gravemente la economía.