Espero que los juicios que demoraron 30 años puedan ser terminados durante este mandato". Cristina Fernández de Kirchner asumió ayer la presidencia argentina con el anhelo de cerrar el ciclo de la impunidad de los militares de la última dictadura (1976-83).

En su primer discurso ante el Congreso, dijo que es la "obligación" de los poderes de la República "diseñar" instrumentos que permitan "enjuiciar y castigar" a los responsables del "genocidio", dándoles a los acusados las "garantías" que sus víctimas no tuvieron.

Las palabras de Cristina K, o CFK, como se la conoce, tuvieron lugar pocas horas antes de que comience el proceso contra el general Cristino Nicolaides, miembro de la última junta castrense.

Cristina, que fue legisladora nacional durante 12 años, juró por "Dios, la patria y los santos evangelios". Luego recibió de su esposo, Néstor Kirchner, los atributos de mando, dándole a la ceremonia cierto tono "familiar". Este hecho inédito en el mundo ha eclipsado un aspecto relevante de la transición: CFK es la primera mandataria argentina elegida por el voto popular, y su Gobierno, el quinto sucesivo en 25 años de democracia.

PROTOCOLO "Nunca pude aprender el protocolo", bromeó Kirchner antes de colocarle la banda presidencial a su esposa. El matrimonio se abrazó. CFK no pudo ocultar su emoción. Juntos sostuvieron el bastón de mando. "Sus convicciones son las mías", aseguró ella sobre él.

Cristina Kirchner da continuidad al proyecto iniciado en los días inciertos del 2003, cuando todavía se hacían sentir los estragos de la peor crisis económica y social. El escenario cambió desde entonces. "Se ha revertido la sensación de fracaso", explicó ella. El país sigue creciendo de forma sostenida y la presidenta contará con una mayoría holgada en las dos cámaras del Congreso. CFK llega, además, con otra enorme ventaja: las provincias, siempre reticentes al poder central, serán aliadas en su mayoría.

"Es tu tiempo", le dijo Kirchner a CFK en sus últimos minutos como presidente. Ahora será el primer caballero , pero no quedan dudas de que hará sentir su sombra. Le deja como herencia la mayoría de sus ministros.

CONTROL DE LA INFLACION La gran novedad en el nuevo Gabinete es Martín Lousteau, un economista de 36 años nombrado por Cristina Kirchner para manejar esa área sensible y enfrentarse a la inflación. CFK propuso hacer de Argentina un país de "autonomía razonable en un mundo globalizado", exigió que los jueces paguen impuestos y llamó al "acuerdo social" entre sindicatos y empresarios. La presidenta también prometió lo que nadie cumple: mejorar la calidad institucional del país.