Un cerebro, un experto en química y cuatro jóvenes dispuestos a morir y matar. Uno de ellos, de origen jamaicano. Estos son los terroristas que la policía ya ha identificado.

El benjamín, Hasib Mir Hussain, tenía 18 años. Nació el 16 de septiembre de 1986 en la barriada de Holbeck, en Leeds, y creció como un adolescente problemático, razón por la cual, hace dos años, sus padres lo enviaron una temporada a Pakistán. Al regresar cambió sus ropas occidentales por atuendos islámicos tradicionales. El día 7 hizo volar el autobús de la línea 30 en Tavistock Square.

Mohammad Sidique Khan tenía 30 años, estaba casado desde hace tres y era padre de una bebé de 14 meses. Vivía en la barriada de Dewsbury (Leeds) y trabajaba como asesor pedagógico en una escuela donde se ocupaba de los niños de familias pobres y vulnerables. Durante su tiempo libre era voluntario en una librería islámica. En los últimos años viajó varias veces a Pakistán. Fue el responsable del atentado en Edgware Road.

La identidad de Lindsey Germail, británico de origen jamaicano, sólo se hizo pública ayer. Tenía alrededor de 30 años y, como el resto de sus compañeros, vivía en Leeds. Se le considera el responsable de la explosión en la línea Piccadilly, entre King´s Cross y Russell Square.

Shehzad Tanweer tenía 22 años y había estudiado Ciencias del Deporte. Fue a Pakistán a aprender más sobre el islam y allí, según el espionaje paquistaní, fue reclutado por Al Qaeda. Hizo volar el metro en la estación de Aldgate. La policía cree que Magdy el Nashar fue el encargado de fabricar las bombas. Parte de su educación la llevó a cabo en EEUU. Tenía un empleo como profesor adjunto en la Facultad de Química de la Universidad de Leeds y acceso al laboratorio. Según The Financial Times , la policía halló explosivos en su residencia universitaria. Desapareció poco antes de los atentados.

El cerebro de la masacre es un ciudadano británico de origen paquistaní que llegó al Reino Unido en junio, vía marítima, y abandonó el país un día antes de los ataques. La policía cree que tiene contactos estrechos con Al Qaeda en EEUU y que ha participado en otros atentados. Al parecer, visitó a los cuatro suicidas en Leeds y les explicó cómo ejecutar la masacre.