Era la decisión que las organizaciones humanitarias esperaban desde hacía meses en el Reino Unido. La justicia militar británica juzgará a cuatro soldados, acusados de haber maltratado a prisioneros iraquís. Los procesados, todos ellos pertenecientes al Regimiento Real de Fusileros, con base en Alemania, han sido acusados de ataques y abusos deshonestos, al haber forzado a los detenidos a mantener relaciones sexuales entre ellos. Según se detalla en la declaración enviada ayer al Parlamento por el fiscal general británico, Peter Goldsmith, existen pruebas fotográficas de todas estas denuncias, que serán presentadas ante el consejo de guerra.

Las pruebas salieron a la luz cuando el dependiente de una tienda de fotos en el Reino Unido denunció las imágenes procedentes de un carrete fotográfico, dejado por los soldados procesados para ser revelado. Las imágenes fueron publicadas más tarde por el tabloide The Sun y parecen mostrar actos degradantes. Los presuntos abusos se cometieron mientras los iraquís estaban temporalmente retenidos.

MAS DE 75 DENUNCIAS La prensa tendrá acceso al juicio, aún sin fecha, y presumiblemente será la primera vista judicial, aunque no la única. En su declaración, Goldsmith indicó que hay más de 75 denuncias de abusos contra prisioneros en Irak, con otros cuatro casos a punto de ser remitidos a la Fiscalía Militar. La fiscalía estará bajo supervisión de Goldsmith y funcionará de manera autónoma a la cadena de mandos militares.

Otra denuncia aún más grave, acerca del asesinato de un iraquí arrestado, va a ser investigada por Scotland Yard y tramitada, si los resultados así lo exigen, por la justicia ordinaria.

El incidente no puede ser resuelto de acuerdo con las leyes castrenses, ya que en su día, el comandante al mando del soldado acusado de asesinato desestimó la acusación y no presentó cargos. El suceso puede referirse al caso del iraquí Ghanem Kadhem Kati, muerto cuando celebraba una boda, o al de Baha Musa, de 27 años, hijo de un antiguo oficial de la policía iraquí, presuntamente muerto por una paliza cuando era interrogado.

INCIDENTES EN BASORA Ambos incidentes tuvieron lugar en la zona de Basora, al sur de Irak, a donde ayer se desplazó por sorpresa el ministro de Defensa británico, Geoff Hoon.

En un encuentro con las tropas, Hoon estimó que los soldados británicos están "jugando un papel muy útil en la reconstrucción de Irak" y subrayó que para ello "es crucial (garantizar) la seguridad en la ciudad de Basora y en el resto del país".