El Consejo Europeo, tras más de 32 horas de negociaciones, pactó en la madrugada de ayer un marco presupuestario muy estrecho para la Unión Europea (UE) ampliada a partir del 2007, pero evitó acumular una crisis financiera a la crisis política que ya bloquea el proyecto europeo.

La negociación de la cumbre europea se cerró con una victoria política de Francia, Alemania y España y una clara derrota del primer ministro británico y presidente semestral de la UE, Tony Blair. El premier británico tuvo que aceptar que su país deje de estar exento de costear la integración del Este sin poder lograr su objetivo de recortar la política agraria antes del 2014.

MENOS QUE EN EL 2006 El gasto máximo de la UE entre el 2007 y el 2013 ascenderá a 862.363 millones de euros, lo que equivale al 1,045% de la renta de la futura UE de 27 miembros, tras la incorporación de Bulgaria y Rumanía. La cifra es muy inferior a los 994.253 millones que la Comisión Europea consideraba necesarios para afrontar los retos de la UE de 27 miembros. El nivel de gasto es incluso inferior al aprobado ya para el 2006, equivalente al 1,09% de la renta de la actual UE con sólo 25 miembros.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, reconoció que el presupuesto será insuficiente para hacer frente a las tareas encomendadas a la UE, pero destacó que, como mínimo, había habido un acuerdo y que su contenido era "mejor que las propuestas discutidas en las últimas semanas".

MODERNIZACION ECONOMICA Pese a las restricciones, el nuevo presupuesto preserva la política de cohesión (308.119 millones) y la política agraria (293.000 millones, más el fondo de desarrollo rural). El compromiso destina 72.010 millones a la modernización económica europea, dedica 50.010 millones a la acción exterior de la UE y reserva 10.270 millones a justicia e interior.

La principal novedad es la reforma a partir del 2009 del cheque británico , la devolución de dos tercios de su contribución neta a la UE conseguida en 1984 y que eximía a Gran Bretaña de costear la ampliación. Desde el 2011, deberá pagar íntegramente su parte en todos los gastos de la ampliación, excepto las subvenciones agrarias. En el periodo inicial 2007-2013, la contribución adicional británica se limitará a un techo máximo global de 10.500 millones. El cheque , no obstante, crecerá en los próximos años desde sus 5.270 millones anuales actuales, pero la reforma evitará que su cifra se dispare a 7.700 millones anuales.

La reforma del cheque supuso una victoria política de Francia, Alemania y España. Blair, como reconoció, tuvo que aceptar esa reforma para evitar un "daño inmenso" a los intereses de Gran Bretaña, ya que su negativa hubiera despertado una hostilidad contra el país en Europa oriental y la pérdida de su influencia política en el continente.

La cancillera alemana, Angela Merkel, emergió de la cumbre con un papel realzado como estadista, ya que su mediación fue clave para lograr ayudas adicionales para el Este y hacer claudicar a Blair. La actuación coordinada con el presidente francés, Jacques Chirac, demostró la vigencia del eje franco-alemán.

OBJETIVO CUMPLIDO Chirac, además de lograr la reforma del cheque británico , logró preservar la política agraria con recortes mínimos, a cambio de un compromiso de revisión del presupuesto, que no podrá aplicarse como mínimo hasta el 2014.

Los países del Este evitaron la humillación de tener que aceptar un presupuesto donde eran los grandes sacrificados, ya que lograron recuperar 7.300 millones de ayudas de los 14.000 millones que la presidencia británica pretendía suprimirles.