Los 21 países de la comunidad iberoamericana hicieron ayer un llamamiento a los grandes organismos financieros internacionales, con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a la cabeza, para que ayuden de un modo más justo y eficaz a superar la crisis económica que atraviesa el subcontinente americano, que tiene su exponente más dramático en Argentina.

La petición se recoge en la declaración final de la cumbre que los jefes de Estado y Gobierno de España, Portugal y América Latina celebraron estos dos últimos días en Playa Bávaro (República Dominicana). En la denominada Declaración de Bávaro , los mandatarios iberoamericanos exhortan a los responsables del FMI, al Banco Mundial (BM) y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a "intensificar las tareas de prevención y resolución de las crisis financieras" y a buscar fórmulas para "aliviar cargas insostenibles de la deuda, teniendo en cuenta las realidades y necesidades de cada país".

BUSQUEDA DE SOLUCIONES

"Propugnamos una solución efectiva, justa y duradera al problema de la deuda externa que afecta a muchas economías iberoamericanas", señala el documento, que reclama también la apertura de mercados como una vía para mejorar los ingresos de esos países atribulados por las penurias económicas.

Por iniciativa del presidente del Gobierno español, José María Aznar, el documento final recoge un apoyo expreso a Argentina en sus esfuerzos por buscar una salida a la acuciante crisis económica mediante un acuerdo con el FMI. También figura una declaración de apoyo al presidente electo de Brasil, Luiz Inácio da Silva, cuya reciente elección puso en estado de alerta a los mercados financieros internacionales por su talante izquierdista.

No todo fue solidaridad y apoyo en la cumbre de Playa Bávaro. En un hecho inédito en este tipo de citas, los países de América Latina se unieron frente a España y Portugal y firmaron una declaración en la que les reclaman pasar de las palabras a los hechos en la apertura de los mercados agrícolas europeos.

La declaración de los países latinoamericanos, promovida por Argentina, "insta" a Madrid y Lisboa a interceder ante la Unión Europea para que recorte sus subsidios agrarios y facilite el acceso a sus mercados de los productos iberoamericanos. España y Portugal, que se encuentran entre los mayores beneficiarios de la política proteccionista de la UE, rehusaron suscribir el documento.

Aznar dijo respecto a este asunto que el debate que plantean los países iberoamericanos constituye un "asunto difícil" y remitió su solución a las rondas de la Organización Mundial de Comercio (OMC). El presidente alegó que España mantiene una posición "sustancialmente abierta" en el debate de los subsidios, pero añadió que "hay que buscar consenso", insinuando que los principales obstáculos parten de otros socios europeos.

Los mandatarios iberoamericanos acordaron también, por iniciativa de Aznar, una "refundación" de las cumbres iberoamericanas. El objetivo de esta iniciativa es dar a la comunidad iberoamericana una "mayor visibilidad internacional", en palabras del jefe del Ejecutivo español.

CARDOSO AL FRENTE

Según el acuerdo, un grupo de trabajo diseñará el nuevo modelo de trabajo de futuras reuniones. El grupo, que encabezará el brasileño Fernando Henrique Cardoso una vez finalice su mandato presidencial, deberá trabajar con tres objetivos básicos: transformar en permanente la Secretaría de Cooperación Iberoamericana; establecer mecanismos para que la comunidad iberoamericana tenga un representante en las grandes citas internacionales, y decidir cuál será el estatus de los países que, como Puerto Rico, aspiran a participar en las cumbres.