Un nuevo golpe a su gestión, esta vez la económica, al centrarse en la raquítica creación de empleo, se sumó ayer a la catastrófica guerra de Irak para poner a la defensiva al presidente de EEUU, George Bush, durante el segundo y crucial debate que debía mantener anoche con su rival demócrata, el senador John Kerry, en San Luis (Misuri).

Horas antes del duelo, en la Universidad de Washington, el Departamento de Trabajo anunció la creación de sólo 96.000 empleos el mes de septiembre, 54.000 menos de lo esperado. Con ello, proporcionó más munición a Kerry para denunciar la deficiente gestión económica de Bush. "Con la pérdida de 1,6 millones de puestos de trabajo durante su mandato, el presidente Bush será el primer presidente en 72 años que afronta a los votantes con una economía que ha perdido empleos bajo su gestión", arremetió Kerry.

Además, Bush arrastraba anoche otro hándicap, por el golpe de gracia a su principal argumento para invadir Irak propinado el miércoles por el jefe de inspectores de armas de EEUU en el país árabe, al certificar que Sadam Husein no tenía armas de destrucción masiva.