El primer ministro británico, David Cameron, ha tenido hoy un nuevo lapsus al afirmar que Irán tiene la bomba atómica. Esta ha sido la última de una serie de meteduras de pata de Cameron, en su empeño por mantener un contacto constante y directo con los ciudadanos, con quienes se somete a sesiones libres de preguntas.

Conocido desde sus tiempos como jefe de la oposición por su gran capacidad de improvisación y de memorizar datos, Cameron se ha reunido hoy con un grupo de votantes en la localidad de Hove (sur de Inglaterra), en unos contactos que no tienen un formato fijo y que permiten a los ciudadanos preguntar e interpelar al primer ministro.

LA AYUDA DE ANKARA

Uno de los asistentes le ha preguntado por su insistencia en apoyar la pertenencia de Turquía a la Unión Europea, a lo que Cameron ha respondido afirmando que Ankara sería una importante influencia política para ayudar a resolver algunos conflictos en la región.

"Creo que serían una muy buena influencia política para nosotros porque nos pueden ayudar a resolver algunos de los problemas del mundo, como el proceso de paz en Oriente Medio y el hecho de que Irán tiene una bomba atómica", ha manifestado el primer ministro. Occidente sospecha que Irán intenta conseguir un arsenal atómico, pero no hay certeza de que lo tenga.CRÍTICAS DE LOS LABORISTAS

Una portavoz de Downing Street se ha apresurado a matizar que "está perfectamente claro que está hablando del intento de conseguir una bomba atómica", pero la declaración ha corrido como la pólvora por los medios británicos y ha sido aprovechada por la oposición laborista.

El exsecretario de Estado de Asuntos Exteriores y parlamentario laborista Chris Bryant ha afirmado que el primer ministro se está ganando una reputación de "patoso en temas de asuntos exteriores", y le ha acusado de tener los pies "firmemente plantados en la boca".

"Más que un contratiempo, esto es un hábito peligroso", ha comentado Bryant sobre el lapsus de Cameron.