Una potente explosión en un centro comercial de Lagos, la capital administrativa de Nigeria, causó ayer decenas de muertos e importantes daños materiales. Según fuentes oficiales, al menos 20 personas resultaron muertas, pero los medios de comunicación locales informaron de que la explosión causó un mínimo de 50 víctimas, según Efe.

Las causas de la deflagración, que se oyó a varios kilómetros, se desconocen todavía, aunque la televisión local apuntó la posibilidad de que fuera provocada por una bomba colocada para abrir un acceso en un banco situado en el edificio.

La detonación se produjo en una construcción de cuatro plantas en la que se ubicaba el centro comercial Lagos Island. El edificio --que albergaba también varias viviendas y negocios-- se quedó sin la fachada. Al menos una decena de inmuebles colindantes sufrieron daños.

Las operaciones de rescate se vieron dificultadas por un incendio producido por la explosión, cuyo origen no pudo determinarse ayer. Con la confusión reinante en el lugar de los hechos, a la que se añadieron los problemas habituales de circulación en la zona, las autoridades no pudieron evitar que la sucursal bancaria situada en el edificio fuera saqueada por grupos armados con cuchillos y barras de hierro.

Las autoridades locales desplazaron hasta el lugar equipos de rescate y de protección civil para atender a las víctimas que se encontraban entre los escombros. Un miembro de un equipo de rescate aseguró que una veintena de cadáveres fueron localizados entre los restos del edificio. Otros testigos dijeron a la prensa que habían visto varias decenas de cadáveres, que cifraron en torno a 40. Las autoridades aseguraron que quedaban por rescatar muchísimos cuerpos más.

DISPAROS AL AIRE

La policía tuvo que disparar al aire para abrir camino a los equipos de rescate entre la muchedumbre de curiosos, muchos de los cuales regresaban de los servicios religiosos dominicales cuando ocurrió la explosión.

Lagos ya se vio sacudida el año pasado por la explosión de un arsenal militar como consecuencia de un incendio. Murieron unas 2.000 personas y la ciudad fue presa del pánico, debido al fuego y a la cadena de explosiones.