Un portavoz de la Base de Bótoa manifestó ayer que Defensa no es que no quisiera a visar a los familiares de los soldados heridos en un atentado con bomba en Irak, sino que prefirió que fueran ellos mismos quienes los avisaran para tranquilizarlos.

De los cinco militares heridos, tres son extremeños: el cabo Sergio José Ramos, de Cáceres; el cabo César Darío Pérez y el soldado Francisco Galán, de Badajoz; los otros, el alférez José Javier Contreras, de Murcia; y el sargento Sergio Santiesteban, de Las Palmas de Gran Canaria. Todos menos el alférez fueron dados de alta, mientras que Javier Contreras será repatriado a España.

Las citadas fuentes afirmaron que cuatro de ellos llamaron a sus familias directamente y el otro prefirió hacerlo a su novia primero, "pero eso es algo personal". Lo destacable, dijo, es que se les facilitó medios para que hablaran con sus familiares y personalmente, y antes de que trascendieran sus nombres a los medios de comunicación.

Asimismo, en el caso del alférez, en la base pacense no saben aún si llegará directamente a Badajoz, o irá al Hospital Central de Defensa, en Madrid, en cuyo caso, en Bótoa no tendrían conocimiento en principio. Las mismas fuentes no pudieron precisar cuándo se llevará a cabo la repatriación.