"Sin una reforma a fondo del Estado, Bélgica se arriesga a un escenario a la griega", advierte el presidente de la patronal flamenca Voka, Luc De Bruyckere. "La estructura del Estado es demasiado compleja", añade el dirigente de la patronal.

"A menudo hay cuatro ministros competentes a nivel federal y regional sobre un mismo tema con visiones distintas. Así no se puede gobernar", recuerda Paul Geudens, director del diario belga Gazet Van Antwerpen.

El déficit público de Bélgica asciende al 6% del producto interior bruto (PIB) y la deuda pública subirá este año a un nivel insostenible del 99% del PIB, lo que exige un plan de ajuste drástico.