Las elecciones presidenciales y legislativas celebradas el pasado sábado en Sierra Leona, las primeras tras la salida de las fuerzas de la ONU del país, hace dos años, "fueron libres y acordes con los niveles internacionales", informó Kenny Anthony, exprimer ministro de Santa Lucía y miembro de la comisión de la Commonwealth encargada de supervisar la limpieza de la consulta. El proceso electoral ha contado con la vigilancia y aprobación de 350 observadores internacionales, entre ellos los de la Unión Europea.

El vicepresidente saliente, Solomon Berewa, de 69 años, del Partido del Pueblo de Sierra Leona (SLPP) en el poder, es el favorito según las encuestas, seguido por Ernest Koroma, jefe del Congreso de Todo el Pueblo (APC), principal grupo de la oposición. Pero el exministro Charles Margai, disidente del SLPP, podría dar una sorpresa.

ALCANZAR EL 55% Si ninguno de los candidatos obtiene el 55% de los votos se celebrará una segunda vuelta dos semanas después de que se publiquen los resultados. También se renueva el Parlamento unicameral de 124 escaños, que solo cambia 112.

Estas elecciones, que han contado con el total apoyo de la población y una masiva asistencia a las urnas, son una gran prueba para un país desgarrado por una guerra civil que causó en 11 años más de 50.000 muertos. Los 6,2 millones de habitantes del estado tienen la esperanza de que tras las elecciones mejorará su condición de vida.