La fenomenal maquinaria recaudatoria que es la campaña de Barack Obama volvió a batir récords durante el mes de septiembre, según anunció ayer oficialmente el equipo del presidenciable demócrata. En ese mes, Obama recaudó más de 150 millones de dólares (unos 111 millones de euros), una cifra que dobla la de agosto. Muy significativo es que en septiembre Obama tuvo 632.000 donantes nuevos, y que la media de cantidad donada por persona ronda los 80 dólares.

Los datos de septiembre muestran una vez más el desequilibrio entre la capacidad económica de Obama y de su adversario. A diferencia de Obama (que incumplió una promesa al respecto), John McCain aceptó financiación pública, por lo que su gasto está limitado a 84 millones de dólares (unos 62 millones de euros), al margen de lo que pueda recaudar por su parte el Partido Republicano. "La historia muestra que donde hay cantidades ilimitadas de dinero en campañas políticas, suele haber escándalos", dijo McCain ayer a Fox News.

La fortaleza económica de Obama se debe a la gran explotación que ha hecho de internet y a la ilusión que ha generado sobre todo entre los jóvenes, una fuente inacabable de donaciones pequeñas. Pero esto no significa que Obama rehúse a los grandes donantes, como mostró esta semana en un acto de recaudación en el que participó Bruce Springsteen.