El ex senador John Edwards anunciará hoy en Nueva Orleans que se retira de la campaña electoral por la candidatura demócrata a la presidencia de Estados Unidos, según la cadena de televisión CNN. Si se confirma la retirada de Edwards, la campaña electoral demócrata se convertirá en un cuerpo a cuerpo entre los senadores Hillary Clinton y Barack Obama.

De momento, Edwards no parece que vaya a hacer público su apoyo a ninguno de sus dos compañeros de campaña, según la fuente. Edwards había acumulado hasta el momento 26 delegados de los estados en los que el reparto de representación era proporcional al número de votos conseguido, ya que no llegó a ganar ninguna de las primarias o caucus celebrados hasta ahora.

En este momento, Obama lidera la campaña demócrata en cuanto a número de delegados, con 63, seguido por Clinton con 48, quien sin embargo ha sido primera en más estados. Es la segunda vez que Edwards aspira a la candidatura demócrata a la Casa Blanca, tras su fallido intento en 2004. En esa ocasión, el senador John Kerry, el ganador de la candidatura, lo eligió como su candidato a la vicepresidencia.

El ex senador de Carolina del Norte, procedente de una familia de clase obrera, es un abogado que se hizo millonario con demandas contra grandes empresas. Basó su campaña en que es posible alcanzar el llamado "sueño americano" y en denunciar la desigualdad en Estados Unidos.

Edwards tiene previsto anunciar el final de su campaña junto a su esposa, Elizabeth, enferma de cáncer, y sus tres hijos en Nueva Orleans, una capital a la que ha prestado especial atención desde que fuera devastada por el huracán "Katrina" en 2005. Fue allí hace trece meses cuando hizo pública su intención de competir por la Casa Blanca. Para él Nueva Orleans es un símbolo de que Washington no presta atención a los pobres.

A comienzos de su campaña en 2007, la familia Edwards vivió momentos duros después de que se supiera que el cáncer de Elizabeth se había ampliado, pero aún así decidió seguir adelante. A la esposa del ex senador le descubrieron un tumor en el pecho a finales de la campaña de 2004 de su marido y se confirmó que era maligno el día en que Kerry y Edwards reconocieron la victoria electoral de George W. Bush.