A dos semanas y media de las reñidísimas elecciones en EEUU, los tribunales de algunos estados del país han empezado a investigar las denuncias sobre manipulación de las listas electorales e intimidación a los votantes que están interponiendo tanto los partidarios del presidente, George Bush, como de su rival demócrata, el senador John Kerry. Las espadas están en alto en estados cruciales como Florida.

Ese estado "es escenario de claros esfuerzos para suprimir votos demócratas y votos de negros en particular", denunció en The New York Times el prestigioso columnista Paul Krugman. En un ataque frontal a los republicanos, Krugman añadió que "estos abusos no son aberraciones, sino el resultado inevitable del credo republicano, según el cual los trucos sucios que distorsionan el voto no se castigan, sino que se recompensan".

VOZ DE ALARMA "Cuando las elecciones son tan reñidas como éstas, y cada voto cuenta, se discuten estas cosas que, probablemente, acabarán decidiéndose en los tribunales", opinó el congresista republicano Pat Tiberi, de Ohio, uno de los estados más disputados. Según explicó Tiberi al diario USA Today , en cuatro de los condados de Ohio la inscripción de votantes supera la cifra de residentes con edad de votar.

En Nevada, la voz de alarma la han dado los demócratas, ya que la empresa Sproul & Associates, contratada por el Partido Republicano para inscribir votantes, ha destruido sistemáticamente las inscripciones demócratas, según denunció un exempleado de esta firma a una televisión de Las Vegas. La compañía, que también se ocupa de inscribir votantes en otros estados ha negado estas acusaciones, que se están investigando.

En Colorado, demócratas y republicanos han fichado a un ejército de abogados para la probable lucha poselectoral, en vista de las acusaciones de inscripción fraudulenta de 165.000 votantes. La fiscalía de Denver está investigando ya las acusaciones.

EL CASO DE FLORIDA EN EL 2000 Pero el caso más sangrante es el de Florida, escenario de la batalla legal del 2000, que duró 36 días y fue resuelta por el Supremo en Washington, cuando su mayoría conservadora adjudicó el triunfo estatal por 537 votos a Bush, dándole así la Casa Blanca.

Este año, la comisión de derechos humanos de EEUU está investigando las maniobras para confundir a los votantes negros o suprimir sus votos, mayoritariamente demócratas.